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En los Estados donde rige la meritocracia (un sistema para el cual el mérito justifica el ascenso en el marco de una escala jerárquica), el nepotismo está considerado como un acto de corrupción. No se acepta, a nivel social, que un dirigente político decida destinar recursos públicos a un familiar o amigo por cuestiones de simpatía o afecto.

En América Latina comenzaron a caer los imperios políticos, independiente que sean de Izquierda, Derecha u otra orientación socio-política. El problema para nuestras democracias superfluas está en el Nepotismo.

Cayó Evo Morales quien llevaba 13 años en el poder y mantenía a su sequito de amigos. Así sucede en Venezuela, Cuba y en Colombia pasa lo mismo.

Nuestra Nación lleva 20 años gobernada por Álvaro Uribe Vélez. Primero fue él, y se reeligió; después montó a Santos y ahora con Iván Duque se evidencia el  Nepotismo y Oligopolio hecho a su acomodo.

Colombia está en su mejor momento de proyección económica pero no sale a flote por culpa de los legisladores ( Congresistas), que se arrodillan  al ejecutivo y mantienen el status quo en constante anarquía para sacarle el mayor provecho.

Para el caso de Arauca es bueno recordar que las regalías se las llevaron por el déficit fiscal del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez de más de 4 billones de pesos y no por el manejo de los departamentos productores de minerales e hidrocarburos.

El consejo para la actual crisis del sistema político colombiano es acabar con el Congreso y dejar una sola Cámara. Además acabar con el actuales Contralorias y Procuradurías que no sirven para Nada. Debe existir un  solo Ministerio Publico enfocado en darle aplicación a la constitución y castigar a los responsables del desgreño administrativo que existe en las entidades estatales.